jueves, 4 de junio de 2009

MAL AÑO PARA MEXICO


Aunque los economistas siguen discutiendo sobre el impacto que la crisis mundial tendrá sobre América Latina, existe ya consenso sobre el país que resultará más damnificado.


Este no es otro que México, cuya producción se contrajo en 8,2 por ciento en el primer trimestre del año.

Debido a semejante cifra, el pronóstico gubernamental apunta ya a una caída del 5,5 por ciento en el 2009, el peor dato de la década.

Semejante perspectiva, es resultado directo de dos situaciones. De un lado, la vecindad con los


Estados Unidos, que en algunas ocasiones ha sido provechosa, en la presente oportunidad actúa como un lastre. Eso se siente sobre todo en las exportaciones de manufacturas, que generaron un descenso del 38,3 por ciento en la fabricación de equipo de transporte, para sólo citar un caso.


Una descolgada de ese tamaño ha impactado también la confianza de los consumidores, como lo muestra la evolución de los servicios o la construcción.

Pero como si eso no fuera suficiente, la epidemia de gripa AH1N1 contagió al desempeño económico en el segundo trimestre.


Todavía es muy temprano para hacer un balance de lo sucedido, pero se cree que los ingresos por turismo disminuyeron fuertemente, mientras que la parálisis de restaurantes y del ramo del transporte ha tenido consecuencias sobre lo que ganan millones de personas.Según algunos estimativos, las pérdidas derivadas del feriado obligatorio, establecido por las autoridades a comienzos de mayo, ascendieron a 50 millones de dólares diarios. Por otro lado, el cálculo es que la actividad turística reciba 9.000 millones de dólares este año, casi una tercera parte menos que en el 2008.Ante tales golpes, es poco lo que puedan hacer los planes de choque.


El Gobierno ha dicho que aumentará el gasto, pero desde ya es clara que la economía mexicana perderá el año.

LA TRANSPARENCIA DE LAS LICITACIONES



Las licitaciones y la manera como son diseñadas afectan seriamente el ejercicio de algunas de las actividades sujetas a esos procesos, supuestamente competitivos, y son un elemento clave para comunicarle o restarle transparencia a la función pública. La forma como las entidades oficiales que otorgan contratos mediante sistemas competitivos utilizan el diseño de las licitaciones para darles ventajas a determinados contratistas, para excluir a otros, o para no favorecer a nadie a priori, es un elemento clave de la transparencia de la gestión pública, y determina en buena medida el grado de corrupción y la eficiencia en los que se desarrollan ciertas actividades económicas.


Recientemente se ha discutido cómo las licitaciones del Gobierno para la construcción y el mantenimiento de infraestructura han obstaculizado el desarrollo de la infraestructura en Colombia, y han afectado el ejercicio y la eficiencia de la ingeniería colombiana. Uno de los aspectos más criticados del sistema vigente es que incentiva a las empresas a esmerarse en los aspectos legales más que en los técnicos, que fomenta el incumplimiento de las condiciones en las que originalmente se otorgan los contratos, y que torna la falta de escrúpulos en ventaja comparativa.


También se ha observado que los contratos se utilizan para premiar y fortalecer roscas de políticos o para pagar favores, lo cual conduce generalmente a mala calidad de las obras e ineficacia de la inversión pública. La posibilidad de cambiar el objeto de los contratos, después de haberlos adjudicado se presta para todo tipo de componendas y es uno de los peores defectos del sistema.


Por fuera del área de construcción de infraestructura también se diseñan mal las licitaciones, precisamente porque se utilizan como mecanismos para otorgar a dedo los contratos o las concesiones y no para prestar el mejor servicio ni para garantizar el menor precio o la transparencia en las reglas de juego. En la reciente adjudicación del contrato de asesoría financiera al Gobierno para la venta de las acciones de Isagén, las empresas que participaron se han quejado. En primer lugar, porque se favorecía a las empresas extranjeras sobre las nacionales. También, porque se cambiaron los pliegos, posiblemente para dejar entrar a un banco extranjero que a la postre no concursó y que no cumplía con los requisitos de experiencia originalmente concebidos.


Probablemente, esto no tiene consecuencias sobre la calidad de la asesoría finalmente adjudicada, pero dio lugar a suspicacias. El Gobierno estableció un precio fijo para la ejecución del contrato que a juicio de los participantes está muy por encima de lo que se hubiera obtenido con un diseño competitivo. Se va a gastar mucho más de lo que se necesitaba gastar y ha quedado un mal sabor entre los concursantes.


Si se lleva a cabo en la forma como se prevé en el borrador publicado por la Cntv esta semana, algo peor puede suceder en la adjudicación del tercer canal de televisión cuyos pliegos estoy analizando para un posible participante. El defecto principal del diseño de la licitación propuesta es que la selección se basa en dos componentes, uno de los cuales es precio, lo que está bien, pero el otro es una propuesta de programación.


En el momento de la selección, este último elemento puede favorecer al oferente que tiene el mayor poder para cambiar las condiciones después de que se haya ejecutado el contrato, que es el que el Gobierno quiere favorecer. Esto puede desanimar a los posibles concursantes, por ausencia de reglas claras, o inducir a todos a asumir ese riesgo, con lo cual las propuestas de programación se convertirían en una burla.


Rudolf Hommes

sábado, 23 de mayo de 2009

Los medios de comunicación digitales son ya los más utilizados entre la población mundial

Las comunicaciones cada vez son más digitales, más móviles y más anchas. El informe "Digital Life 2006", presentado ayer por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), constata que los medios de comunicación digitales ya son los más utilizados entre la población mundial, por encima de la televisión, la radio, los periódicos o el cine.
Las personas entre 18 y 54 años son las que más emplean los medios digitales, unas 16 horas a la semana, frente a las 13 que dedican a la televisión, las ocho a la radio, las dos a periódicos y revistas, y la única hora que dejan reservada para el cine.
Por su parte, los menores de 18 dedican a los medios digitales una media de 14 horas semanales, frente a las 12 de la televisión, las seis de la radio y las dos horas que reservan a periódicos, revistas y cine.
En cambio, los mayores de 55 años aún dedican 16 horas semanales a la televisión, mientras que para los medios digitales reservan ocho, siete a la radio, cinco a los periódicos, tres a las revistas y menos de 60 minutos al cine.
Móviles y banda ancha
En lo que a las comunicaciones móviles se refiere, el informe de la UIT indica que ya hay más de mil millones de líneas de telefonía móvil en todo el planeta.
Los países con más usuarios de móviles son China (393 millones), EE.UU. (201), Rusia (120), Japón (94), India (90), Brasil (86), Alemania (79), Italia (72), Reino Unido (61), Francia (48), México (47), Indonesia (46), Turquía (43), España (41), Corea del Sur (38), Sudáfrica (34), Filipinas (33), Polonia (29), Tailandia (27) y Taiwán (22).
Respecto a las comunicaciones por banda ancha, la agencia de la ONU calcula que hay 216 millones de suscriptores a líneas de alta velocidad y más de 61 millones a líneas móviles del mismo tipo.
En este apartado, EE.UU. se sitúa a la cabeza, con 49 millones de conexiones por banda ancha, seguido de China, con 37 millones; Japón, con 22 millones; Corea del Sur y Alemania, con 12 millones; Reino Unido y Francia, con nueve; Italia, con siete; Canadá, con seis; España, con cinco; Taiwán y Holanda, con cuatro; Brasil, con tres; México, Australia, Bélgica, Suecia y Suiza, con dos, y Hong Kong y Turquía, con un millón.